El patrimonio cultural es el conjunto de costumbres, bienes tangibles o intangibles que se van formando en cierta cultura y son transmitidos en ella como una herencia cultural de cierta época o periodo. Siendo la arquitectura una expresión tan importante de la cultura en la que se encuentra, esta sirve en muchos casos como una expresión de patrimonio cultural reconocible para todo el mundo.
Desde la arquitectura y siendo miembros de alguna cultura tenemos el deber proteger este legado. No solo proteger los edificios, lo tangible de nuestra arquitectura sino que también debemos conservar técnicas, formas y el planteamiento en general de nuestra arquitectura como patrimonio cultura.
Para ello podemos tomar dos tipos de medidas
–Medidas legislativas: mediante el planteamiento de leyes como la Ley de Patrimonio Histórico Español (LPHE) se puede hacer un recuento de las edificaciones y espacios que tienen un valor arquitectónico y cultural. Con esto conseguimos que puedan existir medidas que se apoyen en legislaciones reales que protejan nuestro patrimonio sin que se vea alterado por iniciativas de ciertos individuos.
–Medidas de acción: mediante las prácticas de los propios arquitectos también se puede propiciar la conservación del patrimonio de cada cultura. Estos métodos incluyen:
- Preservacion: redución de impactos negativos como lo puede ser la contaminación
- Mantenimiento: realización de cuidados en zonas determinadas de la edificación
- Consolidación: reforzar elementos estructurales para evitar el derrumbamiento
- Rehabilitación: reutilizar edificación mediante la reparación de partes deterioradas
- Reconstruir: en casos de derrumbamiento reconstrucción parcial
- Repristinación: eliminar añadidos posteriores
Mediante estas estrategias se ha de preservar el patrimonio cultura para dejar un legado para futuras generaciones, dejando clara la relevancia de estas edificaciones en su contexto histórico.